Una síntesis armoniosa entre arquitectura y paisaje
Como una fortificación que domina y vigila el valle, Villa San Marino se alza sobre las colinas calcáreas del valle del Marecchia, abrazando con su mirada la tierra del Montefeltro. El proyecto del arquitecto Enrico Muscioni nace de un minucioso estudio del paisaje, su morfología y sus colores.
El espíritu del lugar guía el diseño del cuerpo en la base, que se desarrolla siguiendo las curvas de la tierra; inspira el uso de materiales naturales y sus acabados materiales; orienta las extensiones de la construcción y las alturas, sólidamente por debajo del umbral permitido. En resumen, la arquitectura se integra en su entorno, adaptándose perfectamente a la actitud del lugar y minimizando el contraste entre la naturaleza y el espacio construido.
El edificio se compone de dos partes: la base de color claro con un fuerte acabado en espátula y los dos volúmenes geométricos en voladizo de color marrón oscuro. El cuerpo principal del edificio se inspira en la cercana Fortaleza de San Leo y, a imitación de la antigua fortificación romana, presenta aberturas simples y alargadas que recuerdan las aspilleras de una estructura fortificada.
Los dos paralelepípedos que sobresalen, en cambio, presentan grandes aberturas excavadas en el volumen que crean interesantes juegos de luces y sombras. En el alzado posterior, un motivo de paneles de corten hace de enlace entre la base y los volúmenes del primer piso, subrayando aún más la referencia a las murallas defensivas de un castillo.
Skyline Minimal Frames y Villa San Marino
En Villa San Marino, la ventana es el límite ligero entre el panorama abierto del valle y el interior privado y acogedor. Los cerramientos Skyline Minimal Frames enmarcan una porción del mundo y, al igual que un marco de madera, realzan la mejor imagen viva que pueda existir, abriendo nuevas vistas a un escenario rico de historia, de estratos, de belleza.
Las ventanas de roble con acabado natural fueron elegidas específicamente por arch. Muscioni, que diseñó y cuidó personalmente cada detalle de la casa. La visión del arquitecto se convirtió en nuestra visión y sus expectativas en parte integrante de nuestro proceso de imaginación y traducción en realidad.
El deseo de recuperar una auténtica conexión con la naturaleza y disfrutar de su silencio se manifiesta en la elección de ventanas y puertas de madera. Éstas no sólo armonizan perfectamente con los materiales seleccionados para el resto del edificio, sino que también cumplen las exigencias modernas de eficiencia y funcionalidad tecnológicas. La combinación de elementos naturales y prestaciones avanzadas representa un equilibrio ideal entre tradición e innovación, entre confort y sostenibilidad.
La villa alcanza su máximo encanto durante las horas nocturnas, cuando las luces iluminan la estructura y esculpen la materia, realzando cada detalle del diseño arquitectónico. En este contexto, las ventanas con perfiles ultrafinos no sólo no interfieren en este juego evocador de formas puras y luces, sino que lo realzan aún más, permitiendo que la belleza de la arquitectura emerja en toda su pureza.
